Fortnite ha colocado a Epic Games en la cabecera del mundo del entretenimiento, pero no sólo de videojuegos vive el hombre. La tecnología, la creatividad y las artes se han cogido de la mano para crear los mundos de fantasía y ciencia ficción más icónicos de la historia gracias a las herramientas empleadas en la creación de videojuegos y, con el paso del tiempo, las habilidades de los profesionales de ambos mundos se han solapado cada vez más. Incluso a nivel estético ambas industrias se han influido hasta el punto en que resulta complicado saber si la saga The Fast and the Furious ha dejado su huella en la serie Gran Turismo o viceversa, lo que está claro es el uso de los Videojuegos en industria audiovisual.
A ello hay que sumar toda una nueva generación de directores de cine influidos por la década de los ochenta. Por eso no es raro encontrar en muchas de las películsa más actuales un fuerte impacto de videoclips musicales, grandes obras de ficción y, por supuesto, el mundo del videojuego. Casos como el de Zack Snyder con Sucker Punch (2011) dejan constancia de ello, aunque si hay un caso que resalta por encima de todos es el del equipo capitaneado por Jon Favreau.
El mayor evento en los últimos años entre los fans de Star Wars ha sido, sin duda, el estreno de The Mandalorian. Los seguidores de la saga de George Lucas han caído rendidos a los pies del mandaloriano (y a los de Baby Yoda). Lucasfilm ha retomado los ejes principales que hicieron de la saga lo que es hoy en día, pero, al contrario de lo que ha sucedido con otras partes de la producción, no todo lo que vemos en escena es tan real como parece.
En pleno 2020 ya queda poco de la famosa magia del cine. En la actualidad, gran parte del espectáculo recae en las manos de los profesionales de VFX, que son el verdadero encanto para muchos de los seguidores del audiovisual y el mayor secreto de su producto estrella.
La reproducción de escenarios y criaturas es uno de los principales atractivos de un imaginario que a día de hoy parece infinito. Sin embargo, aunque recurren, como hace décadas, al uso de maquetas, a la presencia de animatrónicos y a los clásicos efectos especiales, gracias a Unreal Engine han podido ampliar todavía más las fronteras de Din Djarin.
El motor gráfico de Epic Games permite a los equipos técnicos olvidarse de ideas tradicionales utilizadas en entornos ficticios, facilitando, por ejemplo, emular largos vuelos de naves espaciales en apenas unos pársecs sin necesidad de recurrir a cromas. Sin embargo, la combinación perfecta viene de la mano de Stagecraft, una técnica que permite proyectar en 3D a tiempo real sobre enormes pantallas LED. Con un único escenario envolvente se adaptan y modifican los entornos a las necesidades de la grabación, generando una experiencia inmersiva para todo el equipo.
La colaboración entre Lucasfilm y Epic Games es una de las primeras obras en vivo de la plataforma Disney+, pero no supone el estreno de esta tecnología en la franquicia. Los directores Gareth Edwards y Ron Howard había experimentado con ella en Rogue One (2016) y Solo: A Star Wars Story (2018) respectivamente. Incluso el propio Jon Favreau, creador de la serie, repetía utilizando herramientas de la industria del videojuego, tal y como había hecho en The Lion King (2019) y The Jungle Book (2016), ya que, como actor, director y productor conoce bien los costes que supone crear contenido de este tipo.
«Estaba claro que quería experimentar con nuevos flujos de trabajo y arriesgarse para conseguir esas metas».
JEFF FARRIS EN UNREALENGINE.COM
De esta forma, mediante la visualización en vivo, se aceleran procesos, se facilitan modificaciones en vivo y en postproducción y los plazos de trabajo se reducen con creces, y de ello han sido fiel reflejo los dos largometrajes mencionados, ya que tanto El rey león como El libro de la selva recibieron críticas más que positivas por los logros técnicos que habían alcanzado.
Pero no todo se queda en los Disney Studios. A lo largo de estos años ha habido más creadores queriendo sacarle partido a las posibilidades que ofrece este motor gráfico, y producciones como War of the Planet of the Apes (2017), Blade Runner 2049 (2017) o Ford v. Ferrari (2019) sirven como referente. Aunque si alguien ha aprendido a manejar esta herramienta ese es Steven Spielberg.
Seguramente su relación con esta tecnología destaque especialmente por haber estrenado en 2018 Ready Player One, cuyo concepto sobre los universos de realidad virtual y el futuro de los videojuegos en la sociedad encaja con la idea que subyace tras Unreal Engine, ejemplo los videojuegos en industria audiovisual. Pero no debemos olvidar que ya en 2001 acudió a esta tecnología para llevar a cabo Artificial Intelligence A. I. Gracias a un mod de Unreal Tournament, se pudieron planear los movimiento de cámara que posteriormente veríamos en Rouge City.
Mucho ha llovido desde entonces y ambas películas permiten ver las mejoras del motor en casi dos décadas de andadura. Incluso el modelo de negocio planteado por Epic Games ha revolucionado el mercado al permitir a creadores de todo el mundo utilizar sus motores de forma gratuita hasta generar el primer millón de dólares con sus proyectos.
La mezcla entre modificaciones a tiempo real, optimización de recursos tecnológicos y creatividad humana se ha convertido en el combo perfecto para la industria del entretenimiento. Todavía quedan pasos que dar, tantos como quiera la imaginación, pero, si se puede conseguir que la producción de calidad esté al mismo alcance para Hollywood y para la pequeña pantalla, sin duda, este es el camino.
A día de hoy existen pocos centros especializados en Unreal Engine capaces de dar una formación integral en producción virtual. UTHUB es uno de ellos, el único de habla hispana autorizado por Epic Games. Échale un ojo a nuestra oferta formativa y aprende junto a nuestros especialistas.